Virgen Blanca Vitoria

Gargantúa ha cumplido 100 años en Gasteiz

“Frente a mí encuentro un hombre gigante con la boca abierta. Lo miro asombrada. Aita y ama me dicen que suba, que me va a comer y luego saldré por el culo. Lo llaman Gargantúa”.

Cada uno tiene su vivencia personal; algunos rompían a llorar nada más verlo y otros se lanzaban sin pensarlo dos veces. Estamos seguros de que conservarás un recuerdo similar de tus primeras experiencias con el Gargantúa.

Muchos bilbaínos/as recordamos al Gargantúa de nuestra niñez con gran cariño: entrar por una boca gigante, bajar un tobogán larguísimo (así lo recordamos, al menos) y salir por la parte trasera. Este año lo recordamos especialmente, porque este 6 de enero hizo 100 años en nuestra vecina Vitoria-Gasteiz

Es más, Jimmy Bidaurreta, profesor de la Academia Municipal de Folklore y director de la Gasteiz Big Band, ha compuesto una melodía para felicitar a nuestro querido Gargantúa. Puedes escuchar su canción pinchando aquí

Su primer paseo fue el día de Reyes de 1923

Foto de Enrique Guinea hacia 1923, Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

El 6 de enero de 1923 el Gargantúa paseó por primera vez durante la cabalgata de Reyes de Gasteiz; el mismo día de Reyes, no la víspera como es lo habitual hoy en día. Lo hizo rodeado de una inmensa nevada, acompañado de dos cocineros y tirado por dos bueyes

Bilbao y Gernika ya tenían su Gargantúa y, tras años de reclamaciones por parte de los vitorianos, ese año le tocaba a Gasteiz. El gigantón costó 4.915 pesetas (29,5€) al Ayuntamiento, además de las 1.100 pesetas (6,6€) del carruaje. Una locura comparado con los precios de ahora, ¿verdad?

Esta importante cabalgata terminó repartiendo regalos y anguilas de mazapán en la Plaza Nueva para 2.200 niños del Hospicio, Asilo, así como para diversas escuelas. Tristemente, en mitad del reparto se puso a llover con una fuerza tan inesperada que obligó a todo el que se encontraba ahí (hombres, mujeres, ganado, carros, etc.) a refugiarse en Los Arcos. Inesperadamente, el Gargantúa no pudo entrar debido a su altura. Fue el único que tuvo que aguantar el txaparron.

¿El Gargantúa es malo para los niños?

En 1922 se aprobó la construcción del Gargantúa de Vitoria para que fuese exactamente igual que el de Gernika. La empresa adjudicataria para ello fue La Casa Basterra de Bilbao; la misma que hizo dicho Gargantúa.

En julio de este mismo año, cuando la construcción de nuestro gigantón estaba aprobada, se difundió un “dictamen médico” en la villa de Bilbao donde se consideraba al Gargantúa  “una diversión perjudicial para los niños”. El alcalde de Vitoria pidió al de Bilbao una copia de dicho dictamen, pero, afortunadamente, no frenó la construcción del gigante.

Gargantúa a través de los años

El Gargantía sigue aterrando a algunos pekes y nos sigue encantando a los adultos y no ha cambiado casi nada en estos 100 años; es una réplica casi exacta. Conserva el mismo aspecto, aunque se han modificado la cabeza, el carruaje y las vestimentas, pero sus facciones y aspecto son los mismos desde 1923.

Obviamente, los materiales empleados están adaptados a los tiempos actuales, de la misma manera que lo están los gigantes y cabezudos. Los bueyes ya no tiran a nuestro gigantón y, aunque un tractor lo hizo durante algunos años, actualmente se integró una camioneta en el carro para facilitar su movilidad. 

Como dato curioso, ¿sabías que el Gargantúa que comió a los niños de Bilbao en la primera Aste Nagusia de la villa (1978) fue el vitoriano? Esto se debió a que el que tenía Bilbao estaba en muy mal estado.

La última remodelación fue en el 2000, cuando se añadió una cesta (elaborada por el cestero Juan Unzueta) sobre la que iba sentado el propio Gargantúa.

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